Fueron horas de tensión en la Legislatura provincial. El rechazo de los diputados opositores a la contratación de beneficiarios de Inclusión Social generó su enojo y la larga manifestación. La gente, que esperaba otra resolución, tiró la reja del acceso principal y, furiosa, se agolpó en las puertas del edificio. Hasta que cerca de las 19, legisladores oficialistas recibieron a tres representantes para explicarles lo sucedido durante la sesión. En el medio de la charla, el presidente del Senado, Eduardo Mones Ruiz, mantuvo un diálogo telefónico con el gobernador Alberto Rodríguez Saá y luego de esa comunicación les propuso volver a reunirse el próximo miércoles en búsqueda de una solución.
Previo a ello, la Justicia, mediante un oficio firmado por el agente fiscal N° 2 Ricardo Barbeito, en respuesta a un hábeas corpus presentado por el abogado poggista Ricardo Endeiza que solicitaba protección para sus diputados, llegó al Parlamento provincial ordenando que los manifestantes se retiraran del lugar. Al tiempo que también instaba al diálogo entre las partes. Sin embargo, la oposición, encabezada por Gastón Hissa, no aceptó participar en la reunión que destrabó el conflicto.
Durante la charla con las tres beneficiarias, la presidenta del cuerpo, Silvia Sosa Araujo, y Mones Ruiz les comentaron que la oposición votó contra el proyecto (22 negativos contra 19 positivos) y que el mismo ya no puede ser tratado durante las sesiones de este año.
Cabe señalar que la oposición alcanzó esos votos porque cuatro diputados que pertenecían hasta hace una semana al bloque oficialista formaron su propia bancada y apoyaron al poggismo. El legislador Federico Berardo señaló que desde este martes esos diputados no responden sus teléfonos.
“El poggismo no veló por la integridad de los empleados de la Cámara. Nosotros solicitamos que los dejen retirar porque no tenían nada que ver con este reclamo. La oposición se quiso salvar a sí misma y fue nefasta”, concluyó Berardo.