12/10/2024 12:26 AM

Intervención del Gobierno en San Luis FC mientras las jugadoras se enfocan en Boca

Increíble pero real la jugada de Claudio Poggi, usando la única institución del fútbol puntano que está en Primera como cortina de humo para tratar de tapar la protesta salarial de los empleados estatales y el malhumor generalizado en la sociedad.

El gobierno provincial quiere tapar el sol con las manos y usar como cortina de humo a las jugadoras de San Luis FC para desviar la atención. No quiere que se hable de la protesta de los estatales ante la falta de respuestas de su parte, desea desviar la mirada con otra cosa. Y por eso intervino el club por 180 días. Los interventores serán Natalia Sarmiento, Gerardo Quiroga y Pablo Kowaliszyn, este último secretario de Alberto Pérez, hoy presidente de Servicios y Consultoría San Luis Sapem y exdirectivo de Juventud.

Desde que asumió este nuevo gobierno no hizo más que meter miedo, no solo que paga los sueldos desdoblados, sino que intimida y eso lo viven de cerca las jugadoras de San Luis FC, que no se animan a hablar.

Las “Pibas” hicieron historia. Salieron bicampeonas. Llegaron a la elite del fútbol nacional, pero parece que esto para Poggi y sus muchachos es una molestia, porque desde que asumió no hace más que ponerle palos en la rueda a este grupo, que solo quiere jugar al fútbol y tener el premio que se ganaron en la cancha: estar en Primera División.

Esta intervención por seis meses puede dejar a la institución puntana sin nada: Sin Copa Federal; sin campeonato de Primera División; sin el sueño de pelear por un lugar en la Copa Libertadores; sin la ilusión de cumplir el sueño de medirse con los mejores equipos del país.

La intención del Gobierno parece tener un doble propósito. Primero desviar la atención del creciente conflicto con los estatales y buscar que se hable de otra cosa. Y la otra que anda por los pasillos de Terrazas es que la institución pase a formar parte de Juventud, teniendo en cuenta que muchos funcionarios, y entre ellos el vicegobernador Ricardo Endeiza, son hinchas del club.

Al margen de las malas intenciones, las que terminan pagando todo esto son las jugadoras. Hace un par de años estaban jugando por nada, ahora y después de tanta lucha se ganaron un lugar y un nombre en el fútbol nacional.

Hace 44 años que un equipo de San Luis no juega en la elite. El último y único fue el Juventud del “Negro” Guzmán, cuando allá por 1979 se codeó con los mejores. Tuvieron que pasar más de cuatro décadas para que otro equipo esté en ese lugar de privilegio, pero el Gobierno lo quiere impedir. ¿Será que el Gobernador escucha mucho a Gabriel Rivero, que es sabido que no le gusta el fútbol y pretende desviar los fondos para otro deporte? Ojalá abra el abanico y se dé cuenta del mal que le está haciendo al deporte puntano y a un grupo de pibas que se ganaron este derecho en muy buena ley.

El Diario de la República

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