Por primera vez en su historia, la NASA logró este domingo traer a la Tierra una muestra de un peligroso asteroide, que los científicos esperan proporcione información única sobre el origen de la vida y la formación del sistema solar hace unos 4500 millones de años.
La cápsula de la NASA que contiene las muestras del asteroide Bennu aterrizó a las 08.52 hora local (11.52 de la Argentina) en el desierto de Utah, en Estados Unidos, siete años después del despegue de la sonda Osiris-Rex.
Es la primera vez que la agencia espacial estadounidense consigue traer a la Tierra las muestras de un asteroide.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) logró recuperar restos de asteroides en 2020, pero se trató de una cantidad mínima, no mayor que una cucharadita de polvo y rocas.
Existe un pequeño riesgo (una probabilidad en 2700) de que Bennu golpee la Tierra en 2182, lo cual sería catastrófico, según advierten científicos.
Cómo fue la misión Osiris-Rex que trajo muestras de un asteroide a la Tierra
La misión de la NASA, bautizada como Osiris-Rex, espera haber recolectado 250 gramos de restos del asteroide Bennu, aunque los científicos no lo sabrán con certeza hasta que abran la cápsula este martes.
Se trata de la “muestra más grande que hemos recuperado desde las rocas lunares” del programa Apolo, finalizado en 1972, afirmó a la AFP la científica de la NASA Amy Simon.
Según dijo a EFE el argentino Lucas Paganini, científico planetario de la NASA, Bennu contiene moléculas que se remontan a la formación del sistema solar hace 4500 millones de años y podría arrojar luz sobre el origen de la vida y del propio sistema solar.
“Los asteroides son muy importantes porque son los desechos de cuando se formaron los planetas. 500 millones de años atrás. Son como cápsulas del tiempo, equivalentes a fósiles de dinosaurios que nos permiten saber qué estaba ocurriendo hace millones de años. En este caso, con nuestra misión, estamos viajando miles de millones de años atrás en el tiempo”, explicó Paganini.
Para qué servirá analizar las muestras del asteroide Bennu
Analizar la composición de Bennu servirá para esclarecer qué papel podrían haber jugado los cuerpos celestes en el origen de la vida.
Los científicos eligieron Bennu porque es relativamente rico en moléculas orgánicas. Además, tiene una órbita conocida, lo que facilitó que la nave nodriza Osiris-Rex pudiera acercarse para tomar muestras.
Descubierto en 1999, se cree que Bennu se formó a partir de fragmentos de un asteroide mucho más grande tras una colisión. Mide medio kilómetro de ancho, aproximadamente la altura del Empire State Building, y su superficie negra y rugosa está llena de rocas grandes.
Además, existe la hipótesis de que Bennu colisione con la Tierra en 159 años y, aunque esta posibilidad es de solo un 0,057%, esta misión de la NASA también serviría para ver cómo cambiar la trayectoria del asteroide si fuera necesario, dijo Paganini.
Cómo fue el aterrizaje de la cápsula que trajo las muestras del asteroide Bennu a la Tierra
La NASA transmitió en directo el aterrizaje de la cápsula en el desierto de Utah.
Aproximadamente cuatro horas antes de la hora prevista de aterrizaje, la sonda Osiris-Rex liberó la cápsula que contenía la muestra, a más de 100.000 kilómetros de la Tierra. Durante los últimos 13 minutos, esta cápsula atravesó la atmósfera: entró a más de 44.000 km/h y alcanzó una temperatura de 2700°C.
La sonda siguió su misión hacia otro asteroide. Una vez que la cápsula llegó a tierra, un equipo equipado con guantes y máscaras comprobó su estado, antes de colocarla en una red y elevarla hacia un helicóptero.
El lunes la muestra será trasladada en avión al Centro Espacial Johnson en Houston, Texas. Allí se abrirá la caja, en otra habitación hermética. El proceso tardará días.
La NASA prevé una conferencia de prensa el 11 de octubre para revelar los resultados iniciales.
La mayor parte de la muestra se conservará para el estudio de las generaciones futuras. Alrededor del 25% se utilizará inmediatamente para experimentos y una pequeña parte se compartirá con los socios, Japón y Canadá.
Con la llegada a la Tierra de la cápsula, se puso fin a una aventura que comenzó en 2016 con el lanzamiento de la nave Osiris-Rex desde el centro de la NASA en Cabo Cañaveral (Florida).