Becas, intercambios con otros países, mayor reconocimiento al personal administrativo, promoción de carreras, más horarios de cursadas para quienes trabajan, más formación para los docentes y edificios propios. Esos, entre muchos otros, fueron algunos de los objetivos que trazó Marcelo Sosa para su gestión al frente de la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe). La casa de estudios tuvo este lunes por la tarde su renovación de autoridades, con la asunción del flamante rector, su vice Santiago Farenga y directores de escuelas y departamentos.
“Tomo estos momentos con mucha pasión, alegría y esperanza, porque vamos a hacer cosas buenas por la ciudad y todos aquellos jóvenes que nos eligen para obtener un título. Nuestra obligación como adultos es dejarles una institución en la que todos puedan desarrollar sus sueños. Voy a tratar de ser el mayor servidor de todos los claustros, pero principalmente para los estudiantes”, le dijo a El Diario el abogado, unos minutos antes de subir al escenario de la Casa de la Cultura.
Fue ese el lugar escogido para la ceremonia luego de un traspaso con muchas dificultades con David Rivarola, quien dejó el cargo después de seis años (Ver “Elecciones y transición…”).
Cientos de personas colmaron las butacas y los pasillos del Teatro del Viejo Mercado para participar de un momento que muchos calificaron como histórico. Sosa se convirtió en el quinto conductor de un establecimiento que todavía no alcanza los catorce años desde su creación, aunque es apenas el segundo en ser electo en las urnas.
Ministros, legisladores provinciales y nacionales, intendentes de varias localidades, autoridades de otras universidades de San Luis y de otras provincias, sindicatos y organizaciones sociales evidenciaron la importancia de un cambio de aire en la institución.
El acto fue en la Casa de la Cultura, con una gran participación de público y de funcionarios.
Además de las múltiples personalidades presentes, de diferentes colores políticos, también mandaron salutaciones algunos que no pudieron asistir, como el ministro de Economía de la Nación y candidato presidencial Sergio Massa, y el gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá. “Es usted una gran personalidad del mundo educativo que, sin duda, prestigia a esta casa de estudios en sus primeros pasos”, le escribió el mandatario puntano a Sosa, en una carta que fue leída en público por la ministra de Educación, María Eugenia Cantaloube, luego de hacer unos obsequios simbólicos.
Una gran cantidad de familiares, amigos y vecinos también acudieron al acto, junto a agrupaciones estudiantiles, que con sus bombos, trompetas y banderas rompieron con el protocolo y le dieron un tinte festivo a la tarde que se hacía noche.
El histórico médico e investigador Alberto Taquini, considerado uno de los grandes promotores de la educación superior pública en Argentina, fue quien le tomó juramento al docente mercedino.
Luego, ya investido como rector, hizo lo propio con su compañero de fórmula Santiago Farenga. “Es un momento de muchísima responsabilidad que asumimos con ganas de hacer que esta universidad sea libre. Nos acompaña un gran equipo, con un enfoque humanista que queremos imprimirle a esta casa de estudios”, expresó el flamante vicerrector.
Participación. Las agrupaciones estudiantiles arengaron y defendieron la educación pública con sus cantos.
También juraron en sus cargos quienes fueron elegidos como directores de departamentos y escuelas, aunque quedaron dos pendientes, porque todavía los comicios están en un proceso judicial. Uno de los que asumió fue Diego Pájaro, quien se convirtió en director de la Escuela de Gestión de Empresas y Economía. “La universidad enfrenta muchos desafíos todavía. En muchos aspectos estamos en una situación endeble, por lo que dejó la pandemia, falta de infraestructura y muchos otros aspectos. Tenemos un cuerpo de docentes comprometidos, estudiantes y egresados que nos dan una plataforma para crecer en cantidad y calidad académica”, afirmó el ingeniero.
Cuando llegó el momento de su discurso, Sosa hizo referencia a la fecha especial con la que coincidió el acto: los cuarenta años del retorno a la democracia en Argentina luego de la sangrienta dictadura militar que finalizó en 1983. Remarcó entonces la importancia de la educación pública y los derechos de los estudiantes “frente a quienes dicen que la universidad debe ser arancelada”, manifestó. Enumeró una serie de metas para mejorar las condiciones de los diferentes claustros y recibió una catarata de aplausos de los presentes.
Como primeros pasos de su gestión hasta 2027, dijo que harán una auditoría externa que les brinde datos concretos del estado financiero de la institución. “Es muy probable que tengamos que decretar la emergencia económica a fines de tomar decisiones de austeridad y control del gasto público”, reconoció y agregó que harán un plan participativo para sentar las bases de los próximos cuatro años.
► Elecciones y una transición problemática
La lista Universitarios Unidos fue la gran ganadora de los comicios que se realizaron en agosto en la UNViMe, en la segunda vez que la institución iba a las urnas en toda su historia.
Con la amplia diferencia a favor de Marcelo Sosa, lo que parecía que sería una transición ordenada con la gestión de David Rivarola se convirtió en un período plagado de problemas e irregularidades.
Sin recibir los informes financieros, académicos y de infraestructura solicitados, la nueva gestión debió asumir en Casa de la Cultura porque tampoco pudieron acceder con facilidad a los espacios con los que cuenta la universidad.
La lista, incluso, apeló el resultado de los escrutinios en dos escuelas y las causas siguen judicializadas.