Fue el único niño de la provincia que pasó a la instancia nacional. Se preparó durante meses después de clases.
Como todos los años, cientos de chicos de distintas localidades compiten en la Olimpiada Matemática Argentina (OMA) para mostrar la preparación y la habilidad que tienen para resolver cálculos. En esta oportunidad, el villamercedino Mauricio Sánchez representará a la provincia en la instancia nacional.
El niño cursa la primaria en el Instituto San Buenaventura (ISB) y, junto a su señorita Maribel Salazar, trabajó durante varios meses después de clases para poder practicar y obtener grandes resultados en la categoría ñandú.
“El examen regional fue muy difícil. Los problemas eran complicados y necesité concentración para poder realizarlos. Ahora que tengo la posibilidad de dar un paso más, trataré de resolver bien todo. Me siento orgulloso de representar a mi colegio, a la ciudad y a San Luis”, aseguró Sánchez, de 10 años de edad.
Jessica Albarracín, referente zonal de la OMA, explicó que participan niños y adolescentes desde quinto año hasta primer año del secundario.
“Este año en la provincia quedaron seleccionados alrededor de sesenta alumnos que fueron pasando por las distintas instancias. La competencia inició en abril con el interescolar y después pasaron por las otras etapas”, detalló.
Comentó que la final será en Córdoba, en la ciudad de La Falda, y que para poder llegar deben reunir fondos, por lo que están llevando adelante una rifa. Quienes quieran colaborar, pueden contactarse a las redes sociales de OMA Villa Mercedes.
“Será del 24 al 27 de octubre, así que esperamos que le vaya muy bien. Mauricio representa el esfuerzo de muchos compañeritos y de otras escuelas que han estado entrenando para rendir. Son muchos los docentes que ocupan tiempo extra para poder ayudarlos”, sostuvo.
Los exámenes locales fueron desarrollados en la Escuela Pública Bilingüe Digital “Mahatma Gandhi”. Anteriormente, para las jornadas se reunían en el Instituto de Formación Docente Continua (IFDC), pero las instalaciones están en reparación.
“Toda la comunidad educativa acompaña, porque los directivos han permitido que puedan ausentarse para ir a rendir y los papás también se involucran para que todo salga bien”, agregó.
Andrea Albornoz, mamá de Mauricio, manifestó que es un gran trabajo el que hacen los profesores para que los chicos lleguen con un alto nivel a los exámenes.
“Le ponen corazón y pasión al trabajo, y los papás solo tenemos palabras de agradecimiento. Mi hijo salía a las 18 del colegio y se quedaba una hora y media más para practicar junto a la seño Maribel, y los fines de semana hasta se reunían para poder llegar preparados”, agregó la mujer.
El Diario de la República