Los ocupantes están, graves, en el Hospital Central “Ramón Carrillo”. Trascendió que uno es Juan Chediack, extitular de la Cámara Argentina de la Construcción, y uno de los arrepentidos de la causa “cuadernos”.
La mañana de este domingo, el reconocido empresario Juan Chediack, expresidente y exvicepresidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), sufrió un grave accidente aéreo en el aeropuerto de San Luis que lo dejó a él y al piloto y copiloto de la aeronave que lo transportaba en estado crítico. El incidente se dio durante un intento de despegue entre ráfagas de viento que superaban los 80 kilómetros por hora.
Al cierre de la jornada, las fuentes oficiales que intervinieron en el hecho no habían brindado ningún parte oficial por lo ocurrido y la mayoría se excusó alegando un pedido de reserva por parte del Juzgado Federal de San Luis, a cargo de Esteban Maqueda, que indagará en lo ocurrido en coordinación con la Junta de Seguridad en el Transporte (JST).
De distintas fuentes El Diario supo que el accidente ocurrió a las 9:15 y que involucró a una aeronave Beechcraft G36 Bonanza, matrícula LV-GLQ, que tenía como destino el Aeropuerto Internacional de San Fernando en la Provincia de Buenos Aires.
Según el itinerario de vuelo el avión partió desde ese aeropuerto el viernes a las 7:35 de la mañana, sobrevoló la localidad de Laboulaye y aterrizó en el “Aeropuerto Brigadier Mayor César Raúl Ojeda” de San Luis a las 18:35 de ese día. El sábado a las 11:17 volvió a despegar rumbo al aeropuerto de Villa Reynolds en Villa Mercedes, a donde arribó a las 11:43. El Beechcraft G36 Bonanza volvió a viajar hacia la capital puntana al mediodía, donde volvió a aterrizar a las 12:58.
Las primeras informaciones daban cuenta de que la tripulación habría llegado a la provincia para presenciar la fecha del TC en el Autódromo Provincial Rosendo Hernández, aunque el objetivo del viaje en realidad había sido laboral. Cabe mencionar que Chediak S.A., la firma del empresario accidentado, comenzó su actividad en San Luis en el año 1948 según versa su sitio web.
Las fuentes consultadas refirieron que el piloto Esteban Asprella, de 36 años, intentó el despegue en condiciones de viento sumamente adversas. Según el registro de la Red de Estaciones Meteorológicas de San Luis (REM), el pico de la velocidad en la capital se dio a las 9:21, minutos después del incidente, con ráfagas de 79,5 kilómetros por hora, que provocaron que el Beechcraft rozara la pista e impactara contra uno de los cercos perimetrales casi frente a la torre de control. Tras ello la avioneta se incendió.
De inmediato se activó el protocolo de emergencias y el personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), del cuartel de bomberos de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y del sistema de salud auxiliaron a las víctimas, que fueron trasladadas de urgencia al Hospital Central “Ramón Carrillo”.
Horas después del incidente la ANAC coordinó un vuelo para que cinco familiares de Chediack viajaran a suelo puntano. A las 13:22, la cuenta del JST en la red social X reportó lo ocurrido e informó que la investigación quedará a cargo de la Sede Córdoba del organismo.
A las 19 de este domingo, el Hospital Central “Ramón Carillo” actualizó el parte médico de las tres víctimas. Sobre Chediack informó que sufrió un “politraumatismo grave, quemaduras profundas del 80% aproximadamente con compromiso de vía aérea, traumatismo grave de tórax y fractura de miembro inferior izquierdo. Actualmente en shock refractario a pesar del tratamiento. Paciente en estado crítico con pronóstico reservado”.
Asprella, el menor de los heridos, es el más grave de todos. “Paciente internado en Cuidados Críticos. Politraumatismo grave, quemaduras profundas de aproximadamente 90% de superficie corporal y vía aérea, por lo que se encuentra en Asistencia Respiratoria Mecánica. Actualmente en shock refractario, a pesar en tratamiento. Paciente muy crítico, pronóstico reservado”.
Juan Ignacio Bilasio Barbeito, el otro miembro de la tripulación, de 51 años, sufrió “politraumatismo grave, con quemaduras del 44 % de la superficie corporal y con compromiso grave de la vía aérea, presenta fractura de pelvis inestable. Paciente crítico, pronóstico reservado”.
Con experiencia
Ni Asprella ni Bilasio Barbeito eran improvisados. Según la información de sus perfiles profesionales en la red social LinkedIn, el primero tiene 13 años de trayectoria como piloto comercial con habilitación “de vuelo por instrumentos, habilitación de multimotores terrestres hasta 5700 kilogramos, vuelo nocturno, copiloto LJ60, experiencia como piloto y operador de Beechcraft Baron y King Air 90. 1700 horas de vuelo, 900 horas de multimotores, 300 horas de turbohélice, 60 horas de reactor”.
El segundo tiene una vasta carrera en las Fuerzas Armadas. Entre 1999 y 2001 fue profesor de vuelo en la Escuela de Aviación Naval, luego piloto en la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque en Verónica, provincia de Buenos Aires, y desde 2005 fue instructor de vuelo por dos años y medio en el Escuadrón de Entrenamiento N° 6 de la marina de los Estados Unidos. Recién en 2012 pasó a trabajar en el área comercial.
Si bien ninguna fuente lo confirmó, Beechcraft G36 Bonanza que piloteaban pertenece al Aeroclub de Mendoza y pertenecería a una firma de servicio de taxis aéreos.
El Diario de la República